!Menudo hotel! casi no nos lo creíamos cuando vimos la habitación. Algunos pensarán que exageramos pero con los precios que hemos encontrado en Brasil y las pésimas condiciones de los alojamientos, este me parecía el palacio de la Moncloa.
Recorrimos la ciudad a pie la primera noche buscando algun barecito donde cenar y aparte de mendigos, lluvia y mucho frío no encontramos nada decente que llevarnos a la boca. Lamentablemente acabamos andando durante 30 minutos en linea recta buscando la "24 hrs street", lo anunciaban a bombo y platillo como un shopping a cubierto 24 horas.
Cuando llegamos allí y vimos el pasillo de escasos 20 metros con una cafetería, una tienda de prensa y una hamburgueseria nos quedamos bastante defraudados.
Con la hamburguesa en el estomago, los pantalones calados de arriba abajo y las gafas llenas de gotitas de lluvia volvimos a la calle, otros 30 minutos hasta el hotel.
El segundo día el cielo estaba mas despejado y nos fuimos al centro de la ciudad a hacer nada mas que pasear y tomar el autobús turístico. A destacar la torre panorámica y el jardín botánico. Todo lo demás podemos ahorrarnoslo.
Museo Oscar Niemeyer
Jardín botánico
El descubrimiento....los salgados rellenos de pollo
Como volvíamos a viajar de noche hasta Foz de Iguazú y teníamos que dejar el hotel a las 12 AM nos las apañamos para encontrar los únicos dos centros comerciales de la ciudad. Uno normalito donde almorzamos y otro mega pijo donde tomamos un café.
Diego se acordó del partido del milán y fuimos a verlo al bar Aos democratas. Sin pena ni gloria diría yo (pena la de Diego en todo caso por el palizón al Milán).
Otra vez al bus, lo que hubiéramos dado por una ducha caliente....
No hay comentarios:
Publicar un comentario