sábado, 26 de octubre de 2013

Machupicchu

Nos vamos de excursión!
Despues del Colca, lo primero que preguntamos en cada agencia de viajes es ¿hay que caminar mucho? :)
Nos vinieron a recoger a las 08:30 AM y habíamos bromeado un par de veces con el echo de que habiendo pagado bastante por el tour y asegurandonos de que no había que hacer trekking, seguramente estábamos contratando un viaje del imserso.
Dicho y hecho, a excepción de una mujer de mediana edad cuyo marido había decido hacer el camino Inca mientras ella tomaba el camino "guiri", las otras dos parejas pasaban los setenta. Que panorama, estar rozando los treinta e ir de excursión con unas abuelas colombianas.
El haber pagado un poco mas se notaba en todo, teníamos las tiempo para ver los sitios, nuestro guia Carlos era un experto y nos hacía meternos en las historias que contaba como si contase un cuento, el buffet del almuerzo fue espectacular y en general quedamos muy satisfechos. Andina travel tiene nuestro aprobado Burro trip.
Visitamos las terrazas de cultivo de Pisaq, hoy por hoy, patrimonio de la humanidad así como las ruinas incas de Ollantaytambo. Estas ultimas son consideradas para los historiadores mucho mas importantes que Machupicchu. Igualmente este templo no llegó a ser completado y las incógnitas siguen sin resolver.

Esta foto nos la hizo una Singapureña que encontramos en mitad de las ruinas.


Puesta de Sol en las ruinas de Ollantaytambo

Nosotros nos despedimos del resto de abuelitas porque continuabamos nuestro viaje en tren, teníamos un par de horas que aprovechamos para tomar un café y conectarnos con el mundo.

 La señal wifi duró justo hasta que nos sirvieron en la mesa pues se fue la luz en todo el pueblo por un buen rato.
Aunque los pueblerinos parecían no haberse percatado, creo que la mayor parte de los turistas estabamos como locos para que alguien lo arreglase.
El tren de turistas lo pagamos a 45 usd, los peruanos no pueden viajar en el mismo vagón, ellos tienen trato diferente y pagan un precio mas aproximado a la realidad (3USD!!!).
Lo único que recuerdo es que había mosquitos en el techo, en cuanto se puso en funcionamiento me quede frita y Diego me despertó ya en la estación de Aguascalientes.


Sonó la alarma del despertador, son las 4:00 AM y hay que darse prisa porque los autobuses para subir van por orden de llegada y las colas al parecer apoteósicas.

 No hacía tanto frío como creía cuando salimos del hotel, caminábamos paralelos a la vía del tren en la dirección que nos habían indicado. No tardamos mucho en ver otros turistas equipados con sus ropas de decathlon (que han vestido al mundo entero) aligerando el paso para llegar primero.
Había un poco de neblina y yo tenia la adrenalina me iba subiendo con cada persona que veíamos llegar. Por fin vimos la carretera donde había que hacer cola, como para no verla, era la única carretera del pueblo con toda la acera llena de gente y de pequeños restaurantes que ya ofrecian café.
Para cuando comenzó el servicio de autobuses a nosotros nos tocó el numero 13, a 55 personas por cada uno, haced vosotros la cuenta de todos los que se habían levantado antes que nosotros.
A las 06:30 ya teníamos un pie en Machupicchu, la entrada al parque te lleva por un sendero en el que no ves nada hasta que de pronto lo ves todo. Allí estábamos, amaneciendo sobre el Machupicchu, los rayos de luz se filtraban entre las montañas gigantescas cubiertas de verde a nuestro alrededor y de la silueta de la montaña Machupicchu salían nubes que se evaporaban antes de terminar de subir.


La vista desde el otro lado (el no famoso)
Nuestras caras de felicidad, !ya estamos aqui!



Ha merecido la pena, ahora lo sabemos, esta civilización se las ingenió para construir una ciudad en el techo del mundo, alejados de todo, protegidos por montañas y abastecidos por terrazas de cultivo y agua natural.
Cuando su descubridor lo dio a conocer al mundo, había dos familias viviendo en ella, claro, se lo encontraron todo hecho y funcionando. Otro misterio sin resolver, otro templo inacabado y otra obra increible de nuestros antepasados.
Machupicchu me ha dejado sin palabras.


PD: Las colas para bajar...

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