Las voces que dan los vendedores de tickets en la estación de autobuses para atraer clientes, al mas puro estilo mercadillero.
Viajamos de noche a Arequipa, así ahorramos hostal y no se hace tan pesado el camino. Yo tuve suerte y dormí durante todo el trayecto (que raro no?), Diego dice que tuvimos un conductor kamikaze que invadía el carril contrario en cualquier ocasión.
Al llegar a Arequipa compartimos un taxi con la pareja de Vigo para ir a la plaza de Armas, mas o menos, todos los hostales están alrededor. El nuestro "Villa Melgar" no tenía la habitación disponible (eran las 8am) así que dejamos las maletas y nos fuimos a buscar un buen café que ya lo vamos echando en falta.
Visto que hemos ahorrado en la noche, vamos a tirar la casa por la ventana en el desayuno, sándwich, zumo, café y hasta ensalada de fruta con yogur, que gustazo. Fue salir de la cafetería y gustarme mas aun Arequipa ;)
Por la tarde ya duchados y descansados fuimos a visitar el Monasterio Santa Catalina. Dejemos claro una cosa, aquí de "Santas" no tenían nada las monjitas. El convento se abrió para una Jet-set de hijas adineradas europeas que tenían que aportar una cifra importante para poder ingresar. Una vez dentro, tendrían esclavos, sirvientes, músicos y fiestas a puerta cerrada. Que no me vengan con el cuento de la guitarrita y la canción al señor, estas se lo montaban a lo grande seguro!!
Entre pasajes y callejuelas, casualmente, escuchaba los comentarios de los guías sobre la Ciudadella y su funcionamiento. Detalles curiosos como que todas las calles tienen nombre de ciudad Española o que el gobierno Peruano las obligó a abrir sus puertas al turismo y liberar a los esclavos. No es que me importe mucho el mundo eclesiástico, pero este monasterio es de los mas bonitos que he visto nunca.
La misma tarde contratamos una excursión al Valle del Colca que parecía ser el mas famoso en el lugar.
Creo que el nombre no le hace justicia al tour, deberían llamarlo el trekking de la muerte para que uno se pueda hacer el cuerpo antes de ir.
Nos recogieron a las 4AM en una furgoneta con un montón de guiris de ojos hinchados y malas pulgas (como nosotros), hicimos un camino de 3 horas hasta llegar a Chivay para desayunar. El desayuno bufé (se escribe así y no buffet, que lo he buscado en la RAE) se trataba de una cabaña en mitad de un pueblo de piedra y barro, sin calefacción, con pan, mantequilla y agua caliente. Eso sí, podías comprar chocolatinas, refrescos y todo lo demás.
Después otras dos horas hasta el mirador de la Cruz del Cóndor. Bonito si, ver el cañón mas profundo del mundo con el cielo despejado y el cóndor volando a escasos metros es precioso. Lo que también incluye el tour es un frío horrible, mal de altura y mal cuerpo en general.
Llegamos a Cabanoconde, aquí comienza el trekking, nos asomamos desde lo alto y empezamos a temblar, 7 km de bajada por un terreno bastante inclinado de arenilla y piedras.
Al fondo del cañón esta el río Colca, unas 3 horas de caminata agotadora, luego subimos un poco de cuesta (no mucho) y comimos en San Juan de Chuccho una sopa criolla y un poco de arroz con pollo, no había tiempo para el relax! a caminar! quedaban 11 km mas de los cuales 45 min eran de subida !Por dios!
En nuestro grupo una de las chicas no pudo aguantar mas, tuvimos que ralentizar el ritmo y llegamos al Oasis cuando ya se estaba poniendo el sol, así que ni baño termal ni nada, ducha, cena y a dormir!
Las cabañas eran ideales para la próxima edición de scary movie, estaban construidas con cañas y podías ver el exterior sin ningún problema, parecerá poético dormir bajo las estrellas pero puedo asegurar que no lo fue.
Había un gato o un gallo o sabe dios que animal cerca de nuestra cabaña rondando toda la noche haciendo ruido con los matorrales, por suerte ni el polvo del interior, ni el frío, ni lo incomodo que era el colchón impidieron mi descanso, estaba K.O.
La alarma en el reloj sonó a las 04:40 am, a las 05:00 ya estábamos subiendo. Han sido los peores 7 km de mi vida, mas de 3 horas de escalones de piedra irregulares, fuertes pendientes inclinadas, ascenso en zig-zag que te destrozaba las rodillas, los pulmones y hasta el animo. Sinceramente me veía encima de una mula de carga a mitad del camino, todavía hoy no sé como pude terminarlo.
Solo sé que JAMAS volveré, así que os dejo las fotos, para que no tengáis que hacer la penitencia que hicimos nosotros.
Así era conocido nuestro guía, y es que, ¿Quién mejor que "el diablo" para bajarte al infierno? ;)
Al regresar a Arequipa, que puedo decir? Tardamos 4 días en olvidar el dolor de piernas, Diego tuvo fiebre y yo gastroenteritis, no quiero mal influenciar a nadie pero...piensalo dos veces antes de hacer el Valle del Colca!!
Sin contar con la excursión, Arequipa nos ha encantado, es una ciudad muy llena de vida (la 2ª mas grande del Perú) y de historia. Gracias a la recomendación de Juan probamos el Rocoto relleno !buenisimo!.
Tenemos que seguir nuestro viaje, próxima parada Lago Titicaca.
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