lunes, 31 de diciembre de 2012

De pequeña ...


De pequeña soñaba con viajar por el mundo. 

Ver con mis propios ojos lo que veía en la caja tonta, escuchar a la gente hablar en otros idiomas, oler las especias, oir el sonido del mar pacifico, sentir la humedad del ecuador,  reir y soñar con lugares lejanos pero sobre todo de nunca, nunca parar.

Cualquier persona que haya tenido una infancia normal recordará que nos prometían poder ser cuanto quisieramos. Creo que nunca nos atrevimos a soñar lo suficiente, acabamos conformandonos con una realidad monotona que le quita todo el encanto a la vida. No deberíamos permitirle a nadie el lujo de decirnos lo que se debe o no se debe hacer, siempre somos libres de elegir, cualquier opcion es igualmente valida. El problema es que somos nosotros mismos a desconectar nuestros sueños de la realidad, a pensar que no sería "responsable" o que ya no somos "jovenes como antes", que deberiamos "sentar la cabeza". ¿Que irresponsabilidad sería vivir una vida sin hacer realidad nuestros sueños? ¿Como voy a sentar la cabeza si ni siquiera llevo a cabo mis proyectos? Siempre han existido los conformistas, hay uno dentro de todos nosotros, ese pequeño diablillo que te convence que mas allá de tus cuatro paredes donde el mundo es inseguro e inestable no encontrarás la felicidad, mejor quedarse aquí dentro donde ya lo conoces todo y te desenvuelves con gracia.

 Tenemos miedo de perderlo todo, esa es la verdad, por eso nos conformamos y no vivimos nuestros sueños. Por todo esto y por muchas otras "gotas" el vaso se ha colmado y hoy 31 de diciembre hemos dado el paso para vivir un gran sueño: Dar la vuelta al mundo. 
Aun no nos lo creemos, pero como dice un antiguo dicho latín "Porta itineris dicitur longissima esse", o en cristiano "la puerta es la parte mas larga de un viaje". Pues bien, ya estamos en la puerta!!

Nos gustaría que te quedases a compartir nuestro sueño, quizás te alente a realizar los tuyos propios, sean cuales sean. 


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